Se palpa en el ambiente cierta preocupación entre los inversores con menos recorrido en la bolsa, especialmente aquellos que decidieron acudir a la ampliación de capital del Banco Santander y comprueban como el valor sufre un lento pero aparentemente constante desgaste en bolsa, de hecho el último máximo creciente es del mes de mayo y desde entonces el valor ha sufrido un lento y tedioso goteo a la baja.
En estos momentos de duda (que no de zozobra) bursátil, los gráficos suelen ser de gran ayuda para tratar de discernir que está ocurriendo. Así a bote pronto cualquier inversor creo podrá apreciar que en el gráfico de Santander se vislumbra más una típica estructura consolidativa en forma de cuña que un cambio de tendencia en el medio plazo, aunque por supuesto que no haya motivo de preocupación ahora no quiere decir que el gráfico pueda acabar por estropearse y lo que ahora parece una consolidación pase a convertirse en un techo.
El problema (o la bendición para aquellos que compraron abajo) es que el Santander lleva subiendo desde los 3 euros prácticamente sin descanso, adornando el gráfico con una impecable serie de máximos y mínimos crecientes que todavía no se ha visto truncada, aunque por primera vez han pasado 5 meses sin que veamos un nuevo máximo.
Una ruptura bajista de la cuña, que supondría vulnerar la Media Móvil de 200 sesiones sería preocupante, aunque yo pondría la vista en el soporte horizontal de 5,20 euros, y solo si este cayera los inversores más inquietos deberían pensar en reducir posiciones, siendo conscientes de que la tendencia alcista mas que truncarse viviría un alto en el camino pues en tendencia el primer nivel relevante de retroceso por Fibonacci ronda los 4,95 euros, y solo implicaría la corrección del 38,2 % de toda la subida previa (puede verse en el gráfico inferior).
En esta tesitura no veo motivo alguno para vender salvo que se vulneren los 5,20 euros, e incluso la caída de ese nivel podría significar solamente un deterioro temporal en un valor con una de las tendencias alcista más fuertes del mercado. Comprar en los niveles actuales de 5,45 euros con stop loss bajo 5,20 euros puede ser una oportunidad de subirse al carro de la tendencia alcista del Santander con el riesgo limitado, siendo conscientes de que la significativa probabilidad de que la operativa salga mal (rondaría el 50 % a mi parecer) se compensaría con la elevada rentabilidad potencial si el Santander es capaz de retomar la tendencia alcista, cuyo primer paso adelante daría al lograr romper el límite superior de la cuña con teóricas implicaciones alcistas que viene formando desde mayo.
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