sábado, 21 de abril de 2012

Y aun con todo creo en la infravaloración de nuestra bolsa



Comenzaremos con un pequeño repaso a los gráficos semanales del Ibex 35, en esta ocasión ni siquiera cuelgo el gráfico diario porque personalmente me parece poco útil sobre todo teniendo en cuenta que podría llevar a confusión ver que el rebote de ayer tenía más volumen que la caída de las sesiones precedentes, hay que tener en cuenta...

que el vencimiento de opciones y futuros alteró en la sesión de ayer ese dato así que salvo que continúe el Lunes la subida con un volumen similar deberíamos poner ese volumen en entredicho.
En el gráfico semanal se aprecian muchas cosas, la primera la verticalidad de la caída que tiene (aunque nos parezca lo nunca visto) muchos precedentes. Es negativo el hecho de que esta caída tan vertical se haya llevado por delante tantos soportes importantes en pocos días, los 7400/7500 puntos y el suelo del canal bajista entre otros; pero igualmente tiene su importancia el que estemos llegando a la siguiente zona de soporte de largo plazo donde el Ibex logró girarse al alza en el año 2009 que se corresponde con los mínimos de casi 10 años, ya que desde el 2003 no hemos cotizado por debajo de 6.700 puntos.
Se habla mucho de la infravaloración de nuestro índice selectivo y estoy bastante de acuerdo, aunque habría que estudiar cada valor por separado. Hoy leyendo Expansión y El Economista he sentido una profunda desilusión ante los mismos argumentos de siempre para decir a los inversores que deben comprar bolsa, que si tal valor esta barato porque lo dicen los analistas o porque su valor en libros es menor, me parecen unos argumentos de risa. Personalmente esperaba de los medios de comunicación al menos algún estudio serio que valorara cuanto supone al año para los pesos principales del Ibex el incremento de sus costes de financiación, o como mínimo un análisis de la deuda de cada una de las grandes empresas al que yo sumaria la subida de interés para tratar de discernir cuanto está costando el incremento de la prima de riesgo a las empresas españolas porque, como lógicamente es comprensible, si nuestro país tiene mayor riesgo nuestras empresas también, y cuando refinancien créditos o vayan al mercado a buscar financiación o bien se encontraran con el grifo cerrado con con que los costes de financiación no se han incrementado sino que en algunos casos se han multiplicado.
Supongo que también sería mucho pedir conocer cuanta deuda española y portuguesa tiene cada uno de los bancos de nuestro país en sus balances, pero personalmente ese es un dato que me interesa (y mucho) pues la probabilidad de una quita para Portugal es importante e incluso para España no es en absoluto desdeñable, o incluso aunque creamos que ninguna de ambas cosas es posible la realidad dicta que si la banca española vendiera en el mercado su deuda portuguesa y española debería hacerlo con abultadas pérdidas.
Con todo esto quiero indicaros que las incertidumbres son mayores de lo que la prensa nos muestra, arañar la superficie y dar los datos pasados de ventas, PER y beneficios no es suficiente, las previsiones están anticuadas en tanto en cuanto no recogen los nuevos datos y en general puede decirse que las valoraciones que realizan las agencias de valores son interesadas, se ha demostrado frecuentemente en el pasado que muchas dan una recomendación de comprar cuando quieren vender (para hacerlo a mejor precio) y de vender cuando quieren comprar, y posteriormente a las pocas semanas/meses ofrecen una contra valoración sin ruborizarse en absoluto adornada con esas explicaciones genéricas en que se escribe mucho pero que no explican nadas a las que nos han habituado los políticos.
Y tengo que decir que si, aun con todo creo que la mayoría de valores de nuestra bolsa tienen un elevado potencial, aunque por desgracia tengo que admitir mi absoluta incapacidad para resolver las mismas incógnitas que pido que otros resuelvan; por desgracia obtener en la red datos de los costes de financiación y refinanciación de los grandes valores de nuestra bolsa es complicado, incluso lograrlo del total de la deuda tampoco es sencillo. Eso sí, puestos a elegir si tenemos aversión al riesgo, empresas con buen dividendo y poca deuda deberían ser nuestras favoritas.

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