lunes, 18 de diciembre de 2017

Telefónica: Dividendo y Deuda



Llevo muchísimo tiempo incidiendo en que el problema de Telefónica no es otro que su abultada deuda, el recorte en el dividendo fue un buen paso adelante para al menos demostrar que el nuevo presidente era consciente de cual era la razón por la que los inversores habían dejado de confiar en la operadora (el anterior nunca lo fue), pero se me antoja insuficiente, los alrededor de 45.000 millones de deuda son un problema que no se resuelve con pequeñas ventas...
de activos y que lamentablemente no pudo hacerse vendiendo la filial británica O2. La cacareada reducción orgánica de la deuda al final es un cuento chino pues ganando 4.000 o 5.000 millones de euros anuales, lo que significa repartir un 55 % de los beneficios, el excedente que queda para reducir deuda no alcanza ni de lejos para reducir deuda de forma significativa. Telefónica necesita vender activos (a buen precio) y además hacerlo sin comprometer en demasía sus futuros resultados.
Desde el punto de vista técnico vemos como la ruptura del rango lateral de principios de año, fue un espejismo que se agotó en la zona de 10 euros, muy lejos del objetivo alcista de una figura de este calado. Actualmente vemos a la operadora atrapada en un canal bajista desde el primer trimestre de 2017, en el corto plazo la zona de 8,20 podría convertirse en soporte sobre todo si fuera capaz de batir los 8,55 euros, confirmándose de esta forma una pequeña figura de doble suelo con objetivo en la zona de 8,80, muy cerca de la resistencia clave de 9 - 9,05 euros. Solamente por encima de este último nivel (9 - 9,05) podríamos hablar de un suelo en Telefónica en el corto - medio plazo. En el largo plazo lleva, pequeñas cesiones puntuales aparte, entre 7 y 12 euros desde hace una década, así que hablar de lateralidad es lo lógico, y lamentablemente ni siquiera en los mejores momentos del mercado ha sido capaz de romperla.
Desde hace años el problema de Telefónica ha sido el dividendo, y no los recortes precisamente, sino lo abultado que ha sido el reparto de una administración temerosa (probablemente) de perder su sillón si lo ajustaba a la realidad del futuro de la compañía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario